La Fiscalía presentó un alegato de cierre en el juicio oral y público por la estafa millonaria sufrida por una vecina de Esquel, destacando cómo las diversas pruebas recolectadas encajan como piezas de un rompecabezas, revelando la coautoría de los hermanos Esteban y el encubrimiento por parte de su madre.
La damnificada, una mujer de avanzada edad, se hizo presente en la sala, escuchó el alegato, destacó el trabajo que hizo la Fiscalía y le dijo al juez como la afectó la estafa en la que se llevaron todos los ahorros de casi setenta años de trabajo.
Durante la exposición, el Ministerio Público Fiscal hizo hincapié en la calificación legal de los hechos, imputando a los hermanos el delito de Estafa. En cuanto a la madre, la Fiscalía la acusó de Encubrimiento Agravado, descartando cualquier exención de responsabilidad. Se enfatizó que la actuación de la madre se dio con posterioridad al hecho principal, con el objetivo de asegurar el dinero producto del delito y beneficiar económicamente a la familia.
Uno de los puntos centrales del alegato fue la vulnerabilidad de la víctima. La fiscal María Bottini sostuvo que la avanzada edad de la mujer y su estado de vulnerabilidad no están en discusión, así como tampoco el ardid utilizado para engañarla y sustraerle los ahorros de toda su vida. Este aspecto fue corroborado por la declaración de la propia víctima y de sus hijos, quienes relataron de forma consistente cómo fue manipulada para entregar una suma significativa de dinero.
Para armar el “rompecabezas” de la investigación, la Fiscalía se refirió a una serie de elementos probatorios cruciales. Se mencionó el análisis de antenas de telefonía, que permitió ubicar a los imputados en la ciudad de Esquel en momentos clave. Además, se hizo alusión al entrecruzamiento de sábanas de llamadas, que reveló comunicaciones significativas entre los involucrados antes, durante y después del hecho.
El procurador de fiscalía, Ismael Cerda, destacó el valioso aporte de las cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, que registraron los movimientos del vehículo utilizado por los imputados, su llegada a la vivienda de la víctima y su posterior huida. Finalmente, se hizo referencia a la información obtenida a través de sistemas informáticos, que permitió rastrear la venta de un vehículo y vincularlo con los acusados.
La querella, representada por el abogado Gustavo Di Fiori, reforzó el análisis de la prueba. Destacó el trabajo de investigación llevado a cabo por la Fiscalía, resaltando además de los elementos que evidencian que los imputados fueron los autores de la estafa, aquellos que dan cuenta del cuantioso botín.
El defensor particular cuestionó evidencias, intentó sembrar la duda y concluyó pidiendo la absolución de los tres imputados. Respecto de uno de ellos, alternativamente, introdujo la hipótesis de una participación secundaria, planteando que habría llevado al lugar a un tercero no identificado, sin saber a qué iba a Esquel y puntualmente a la vivienda de la víctima.
Fuente: Ministerio Público Fiscal.