Días atrás, Miguel Montesino asumió al frente de la Junta Vecinal del Badén y en diálogo con La Portada compartió los proyectos que su equipo tiene para mejorar la calidad de vida de los vecinos. La premisa fundamental de esta nueva gestión es el trabajo mancomunado con las diversas instituciones que funcionan en el barrio.

Una de las prioridades ineludibles que ha identificado a la nueva junta vecinal es la problemática del acceso a los servicios básicos. Montesino señaló que esta es una necesidad urgente y un reclamo histórico de muchos vecinos del barrio. “Estamos en 2025, parece increíble, pero hay gente que no tiene agua potable y es un derecho

El mandato de la anterior Junta Vecinal anterior había vencido en agosto del año pasado y tras una demora en la convocatoria, finalmente se conformó la Junta Electoral y se llamó a presentar listas. “Nosotros presentamos lista ante la Junta Electoral y no apareció ningún otro vecino más. Fuimos única lista y la proclamaron”, detalló. La nueva comisión está integrada por nueve vecinos del barrio. “Como grupo pensamos en que no importaba tanto el lugar que nos tocaba en la lista. La idea es sumar ideas. En mi caso es más hacer que decir”, afirmó Montesino.

Conscientes de la situación general de la ciudad, la nueva gestión apuesta fuertemente por la articulación con las instituciones barriales existentes. “Pensamos en trabajar más en red con las instituciones que ya están trabajando en el barrio. Está la Universidad, el CAPS, la Policía Comunitaria, clubes e iglesias. La idea es sumarnos para que podamos potenciar ese trabajo”, expresó Montesino.

En cuanto a las demandas de los vecinos, Montesino reconoció que no son ajenas a la realidad que vive la ciudad en general. La mejora de la infraestructura y el acceso a los servicios son reclamos constantes. “A nosotros nos falta mejorar mucha infraestructura y el acceso a los servicios. Hay reclamos que son históricos de gente que necesita lo mínimo e indispensable”, insistió.

El presidente de la Junta Vecinal del Badén también se refirió a la necesidad de acompañar los reclamos vecinales ante las autoridades correspondientes. “El Estado, que rige el funcionamiento de las Juntas Vecinales, conoce los problemas que hay en los barrios. Más que nada queremos acompañar en el caso de los reclamos que haya y tratar de buscarle alguna solución”, manifestó.

Si bien la nueva gestión tiene numerosas ideas para implementar, son conscientes de la dependencia de la voluntad política municipal para concretarlas. “Nosotros ponemos una parte con las ideas, con las cosas que le faltan al barrio, todo lo que necesita el vecino, pero después hay un porcentaje muy amplio que depende del municipio. Nosotros estamos predispuestos, queremos que prevalezca el diálogo y de a poco empezar a hacer las cosas que nos merecemos en el barrio”, aseguró.

El barrio Badén, que comprende cinco sectores (Badén 1, 2 y 3, barrio 61 y la parte alta), ha experimentado un crecimiento significativo, lo que agudiza la urgencia de abordar problemáticas como el acceso a los servicios básicos. En el ámbito de obras públicas, Montesino mencionó la necesidad de retomar el proyecto del SUM de la Escuela 210 y el adoquinado de las calles aledañas, especialmente la vuelta del colectivo frente a los remises, una zona de alto tránsito desde la habilitación de Valle Chico.

Otro punto crítico señalado por Montesino es el único acceso vehicular al barrio, que carece de paso peatonal y cuya mano de salida se encuentra deteriorada, generando riesgos para los automovilistas. “Por suerte todavía no ha pasado nada, pero por ahí pasamos peatones y vehículos juntos en un puente que tiene medidas de otra época. No tiene un paso peatonal ni para vecinos con movilidad reducida. Es un peligro y ojalá que nunca pase nada, pero es una obra necesaria”, advirtió.

La limpieza de los espacios públicos también figura entre las prioridades de la nueva gestión. En este sentido, valoraron la predisposición de la Universidad para generar proyectos comunitarios y el mapeo de las instituciones barriales realizado por la casa de estudios.

Una sede de puertas abiertas

En cuanto al uso de la sede vecinal, se están llevando a cabo reuniones con la municipalidad para apoyar las actividades existentes y proponer nuevas iniciativas. Actualmente, se dictan talleres de alfabetización para adultos, y se proyectan diversas actividades para niños y adultos en colaboración con otras instituciones. “La idea es tener una sede donde haya espacio para el vecino para que participe no solamente de los talleres y charlas sino también si sabe hacer alguna actividad y la quiere enseñar. Es un espacio que tiene que estar para el vecino y abierto la mayor parte del día”, explicó Montesino, destacando la autorización municipal para abrir la sede de 6 a 24 horas. “La sede tiene que ser un espacio para el barrio y la comunidad. Queremos que el vecino se apropie de este espacio”, añadió. Finalmente, Miguel Montesino expresó su agradecimiento a los miembros de la junta vecinal por su compromiso y dedicación. “Agradecer a los miembros de la junta porque están dando lo más importante que tienen que es su tiempo. Es un buen gesto para el barrio porque esto es un trabajo netamente voluntario y solidario. Acá ni hay sueldo, es solamente pensar en el vecino para que mejore su calidad de vida”, cerró