El presidente de la Junta Vecinal de Valle Chico, Jonathan Velázquez, manifestó su preocupación por la persistente falta de agua y gas en el barrio. La situación, que se ha prolongado durante meses, ha generado un creciente malestar entre los vecinos, quienes exigen soluciones urgentes a las autoridades.
La preocupación se intensifica en el barrio Valle Chico de Esquel, donde la falta de agua potable se ha convertido en un problema acuciante para los vecinos. Jonathan Velázquez, presidente de la Junta Vecinal, expresó su inquietud en diálogo con La Portada, destacando la urgencia de encontrar soluciones a esta problemática.
“Tenemos problemas con el agua, muy poco caudal, el otro día algunas viviendas se empezaron a quedar sin agua”, señaló Velázquez, quien explicó que el crecimiento demográfico del barrio, sumado a la sequía, ha sobrepasado la capacidad del sistema actual. “Del municipio vinieron a ver, vieron que la bomba anda bien pero cada vez somos más personas entonces no da abasto. En esta época hay mucha sequía y poca agua”, agregó.
Ante esta situación, la Junta Vecinal realizó diversas gestiones para la ampliación de la red de agua. “Estamos gestionando la obra de un nuevo sistema de agua. En teoría los pliegos están y esperan los fondos de provincia para que inicien los trabajos”, informó Velázquez, quien se mostró esperanzado en que la obra comience a la brevedad, idealmente este mes, en conjunto con la obra de gas.
Sin embargo, el referente barrial expresó su malestar por los retrasos en la concreción de estas obras. “Es una lucha constante. El municipio tiene sus tiempos que no son los mismos que los nuestros”, lamentó.
Señaló, además, que la obra del gas se encuentra en pausa. “Supuestamente estaba la plata para comenzar, pero se fue posponiendo y ya se acerca el invierno, así que no se va a poder trabajar en estos proyectos”, explicó.
Con respecto a la obra del agua Velázquez indicó que el sistema actual, compuesto por dos cisternas y una bomba, resulta insuficiente para abastecer a la creciente población del barrio.
“Por toda la cantidad de vecinos que somos no da abasto y eso que faltan todos los otros terrenos que están entregados y van a empezar a construir. Muchos ya me han consultado cómo es el tema para conectar los servicios. Esa cisterna no va a alcanzar para todos”, planteó Velázquez.
La situación se agrava para los residentes de los lotes altos, quienes aún no cuentan con conexión al servicio de agua. “También estamos gestionando que cuando se haga la obra de ampliación del agua, se le conecte a todos los lotes altos ya que muchos están mensurados y necesitan los servicios. Hoy no cuentan con este servicio y es un tema tener que recolectar agua todos los días para llenar los tanques y bañarse”, señaló el presidente de la Junta Vecinal.
Sin planificación
Velázquez cuestionó la falta de previsión en el desarrollo del barrio, lo que ha derivado en una serie de deficiencias en los servicios básicos. “No hubo ningún tipo de planificación porque se entregaron las viviendas sin los servicios básicos”, reflexionó y remarcó que los vecinos quieren que se les proporcione una solución a sus problemas. “El gas es uno de los principales reclamos, en teoría ya habían llegado los materiales y la obra tendría que haber comenzado, pero todavía no pasó nada y estamos en la dulce espera”, sostuvo. “Hay muchas falencias, es momento de que se pongan serios y empiecen a mejorar todo eso”, exigió.
Además, advirtió sobre la dependencia de otras obras a nivel nacional y provincial para la habilitación del servicio. “Tenemos que ser conscientes de que por más que tengamos la red armada en el barrio dependemos de dos obras más, una de nación que es el gasoducto y otra a nivel provincial que es la planta reductora. Ese es otro problema porque por más que tengamos la red armada, no nos van a habilitar la boca de gas por falta de presión”, detalló.
El presidente de la Junta Vecinal aseguró que “los vecinos están cansados de esperar, yo les comento lo que vamos gestionando, pero llega un punto en que la paciencia se agota.
Una sede activa
A pesar de las dificultades, la Junta Vecinal trabaja para acercarle diversas actividades y talleres a los vecinos del barrio. “Queremos traer un montón de talleres a la sede para que funcione. Con Deportes se está armando un proyecto para unas canchas de fútbol en un loteo. Falta que el intendente nos autorice para poder tener ese predio y poder poner una escuela de fútbol. Con unos chicos que fueron profesores de béisbol estamos armando un equipo y queremos traer un montón de talleres”, detalló Velázquez.
El objetivo es convertir a Valle Chico en un barrio integrado y activo. “Estamos proyectando que sea un año productivo para el barrio y queremos hacernos notar a nivel ciudad porque el vecino se siente olvidado. Ya hemos aceptado el decir vamos a Esquel como que nos sentimos aislados. Este año la idea es cambiar esa mentalidad y ser un barrio más de la ciudad”, afirmó el presidente de la Junta Vecinal.
La sede vecinal, recientemente habilitada, será el epicentro de estas actividades. “Es una vivienda que fue devuelta al IPV, que la pasó al municipio y la otorgó provisoriamente como sede. Ya tenemos la llave, el otro día plantamos arbolitos y flores y ya estamos trabajando. La idea es llenarla de cursos y talleres”, explicó Velázquez, quien agregó que se ha solicitado mobiliario para equipar el espacio.
Transporte público
La ampliación del servicio de transporte público es una demanda prioritaria para los vecinos de Valle Chico, quienes buscan mejorar su conectividad y facilitar sus desplazamientos dentro de la ciudad. “Se ha aumentado la frecuencia, pero necesitamos el mismo servicio que tienen los demás barrios”, concluyó.