Las capacitaciones y la posterior entrega de las licencias están a cargo de la Secretaría de Bromatología, Inspección e Higiene de la Municipalidad de Trevelin. En noviembre tendrá lugar un nuevo curso abierto a la comunidad.
Cada dos meses, el municipio del Pueblo del Molino realiza la capacitación en manipulación segura de alimentos destinada principalmente a quienes trabajan con productos comestibles. La próxima cita: 20 y 21 de noviembre.
En diálogo con diario La Portada, el secretario de Bromatología, Inspección e Higiene, Mario Jones, entregó precisiones sobre este curso que concluye con una evaluación. Quienes superen esa instancia reciben el carnet nacional.
Explicó que el curso está dirigido sobre todo a quienes trabajan en contacto con alimentos y avisó que los interesados ya pueden inscribirse. Los formularios deben completarse de manera presencial en las oficinas de la Municipalidad.
Cupos limitados
Por cuestiones de organización y disponibilidad de espacios físicos, el cupo será de 100 participantes. Estas propuestas suelen generar fuerte interés entre los vecinos. La última jornada se hizo a sala llena y reunió a más de 120 personas.
Jones detalló que la capacitación está dividida en módulos: generalidades, alimentos seguros, cinco claves de la inocuidad alimentaria, enfermedades transmitidas por alimentos, alimentos libres de gluten, manejo de mercaderías y nutrición.
El segundo día, al finalizar el módulo siete, los inscriptos realizarán el examen integrador de 21 preguntas. Las personas que aprueban (el 90% de las respuestas positivas) reciben el carnet que tiene una validez por tres años.
Gran interés
Por otro lado, explicó que en el transcurso del 2024 han otorgado cerca de 350 carnets y ponderó, a su vez, que esta clase de iniciativas atraen a muchas personas. Dejó en claro luego que dicha licencia es una obligación.
El funcionario municipal subrayó que los cursos son para quienes, en sus respectivos trabajos, mantienen contacto con los alimentos, sean cocineros, transportistas o agentes de atención al público. “Es importante que todos hagan la capacitación”, recalcó.
Otro fenómeno habitual, que suele verse en estos espacios de formación: vecinos que ante la necesidad laboral encuentran en la elaboración de alimentos la posibilidad de obtener un ingreso económico.
