En la última visita del gobernador, Ignacio Torres, a la cordillera, se dio a conocer la entrega de 25 lotes en Valle Chico para que la prelatura Esquel de Cáritas pueda llevar a cabo un proyecto de viviendas por autoconstrucción que vienen conversando con el municipio hace tiempo.
Al respecto, Sonia Correa, representante de Cáritas, compartió sus impresiones y expectativas en diálogo con La Portada. Este anuncio genera esperanzas en el marco de la creciente demanda habitacional y la compleja situación económica actual. Sin embargo, desde la prelatura advierten que el camino por delante será largo y requiere de un considerable esfuerzo administrativo.
Correa destacó la importancia del proyecto para las familias vulnerables de Esquel, que tienen dificultades para acceder a una vivienda propia mediante créditos o programas tradicionales. “La verdad que estamos muy contentos de poder empezar a soñar con un proyecto de autoconstrucción. El anuncio nos da un camino para empezar a transitar, pero falta mucho todavía”, explicó, señalando que los trámites administrativos y el diseño del proyecto serán pasos fundamentales antes de que se puedan ver avances tangibles.
El contexto de este proyecto se enmarca en una realidad difícil para Esquel y sus alrededores. La necesidad de viviendas ha aumentado notablemente en los últimos años, agravada por el contexto económico nacional y la alta inflación que afecta la capacidad de las familias para cubrir sus necesidades básicas. Según Correa, Cáritas es un testigo constante del incremento significativo en la demanda de asistencia, especialmente en lo referente a alimentos, mejoras habitacionales y apoyo educativo.
“Este año tenemos un 50% de pobreza y nosotros también lo vivimos, entonces la demanda crece de acuerdo a ese número”, comentó Correa. A su vez, subrayó que detrás de los porcentajes “hay rostros e historias de familias que luchan por mejorar su situación”.
Desafíos del proyecto de autoconstrucción y la experiencia en Tecka
El proyecto de autoconstrucción de viviendas es alentador, pero implica una serie de desafíos que Cáritas conoce de primera mano gracias a su experiencia en la localidad de Tecka, donde un proyecto similar tomó alrededor de un año y medio en llegar a la fase de construcción.
“Tenemos el anuncio, que es un gran paso, falta toda la parte administrativa, dentro de lo cual está todo lo que se refiere a las ordenanzas de cesión de tierras y la parte dominial”, detalló Correa.
Asimismo, explicó que el proceso de autoconstrucción involucra la capacitación de las familias, quienes, acompañadas por un equipo técnico y social, participan activamente en la construcción de sus propias viviendas. Este enfoque no solo responde a la necesidad de un hogar, sino que también promueve la integración comunitaria y el desarrollo de habilidades entre los participantes.
Este proyecto llega en un momento complejo, pero la representante de Cáritas se mostró optimista sobre la continuidad del plan, aunque admitió que avanzar en cada paso requiere una gran dosis de esfuerzo y paciencia. “Cuesta un montón el avance, es una doble energía, la gente de Cáritas nacional es nuestro interlocutor con el Estado nacional, pero por ahora con pequeños pasos se va avanzando”, explicó.
El rol de Cáritas
Más allá del proyecto de autoconstrucción, Cáritas juega un papel fundamental en el acompañamiento de familias vulnerables de Esquel. La organización ha sostenido sus esfuerzos de asistencia alimentaria a lo largo del invierno, una temporada especialmente dura para muchas personas. Con la llegada de la primavera, la posibilidad de que se reactiven algunos trabajos vinculados, por ejemplo, a la construcción, ha aliviado en parte la situación de algunas familias, pero la necesidad sigue siendo grande.
“Lo que uno más focaliza es en la asistencia alimentaria, que fue una demanda grande durante todo el invierno”, comentó Sonia Correa, quien se refirió a la dificultad de cubrir todas las necesidades debido a la limitada disponibilidad de recursos.
Al mismo tiempo, expuso que han apoyado a la comunidad a través de mejoras habitacionales, microcréditos y espacios educativos para jóvenes, pero reconoció que estos esfuerzos son solo una pequeña ayuda frente a una situación más amplia de desigualdad y pobreza.
