José Antonio Bonet, investigador de España, realizó en Esquel una investigación sobre la ecología y la gestión de la trufa en colaboración con profesionales del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP).
Bonet es director del Centro de Investigación en Agroalimentación (AGROTECNIO) y catedrático de Producción Vegetal en la Universidad de Lleida, España. Estuvo en Esquel.
En ese marco, además, brindó una charla técnica abierta a la comunidad sobre la gestión sostenible de productos forestales no madereros. Profundizó sobre la diversidad de hongos silvestres del entorno natural español.
Asimismo, durante la actividad en el Parque Tecnológico del CIEFAP el especialista presentó los resultados más recientes de las investigaciones sobre productos forestales no madereros, con un enfoque especial en setas y trufas.
Su estadía en la Patagonia se enmarca en un proyecto del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, con el objetivo de avanzar en estudios conjuntos con el Centro cuyas oficinas centrales están en Esquel.
Bonet explicó que en la ciudad está investigando sobre la ecología y la gestión de trufas. “Es una oportunidad para poder intercambiar conocimientos y aprender de las experiencias mutuas entre diferentes instituciones”, manifestó.
Precisó, a su vez, que la trufa “es uno de los principales productos no madereros por su valor a nivel global, sobre todo en el mediterráneo. Hay especies que cuentan con un gran potencial de comercio y de desarrollo”.
Indicó que España es el productor central de la trufa negra, la especie más valiosa que puede llegar a costar mil euros el kilógramo. “Desde nuestro centro lo que hacemos es promover la ecología y el cultivo de esta trufa que beneficia a los agricultores”, expresó.
Condiciones en Argentina
Ponderó que en Argentina “existen condiciones que son similares a las que pueden existir en el viejo mundo” y resaltó que en la Patagonia es factible alcanzar “el desarrollo de una truficultura competitiva”.
Las trufas en Europa “aparecen en invierno (noviembre a marzo), por lo tanto hay un período que no se pueden producir frescas. En ese tiempo se podrían producir en Argentina. Eso da una posibilidad de cubrir las necesidades de mercado”, amplió.
Bonet enfatizó que “los productos forestales no madereros que existen en España suponen más de un 50% del valor de los productos madereros. Tienen la ventaja de que crean muchísima ocupación y son capaces de generar una industria asociada muy importante para el medio rural”.