La semana pasada, padres y madres de la Escuela 179 y el Jardín 469 se acercaron a Supervisión para visibilizar su reclamo, ya que el edificio en el que funcionan las instituciones educativas está sin medidor de gas desde hace casi un mes.

Luciana De Cecco, una de las madres que concurrió, contó que su hijo asiste a sexto grado y en este momento va, al igual que los de cuarto y quinto, al Centro de Encuentro. En el caso de primero a tercer grado, tienen clases en la escuela 24 dos horas por día.

“Nos estamos volviendo locos para llevar a nuestros hijos, porque no es al lugar al que asisten habitualmente, tenemos que modificar nuestros horarios laborales o pedir permisos en el trabajo”, expuso De Cecco. Agregó que “muchas familias los llevan caminando porque no tienen otra manera, hacemos recorridos llevando a varios chicos en nuestros autos los que podemos”.

En esta línea, manifestó que están “cansados”: “Esta situación viene desde hace más de 3 años y es increíble que recién ahora nos venimos a enterar que la cañería de gas es compartida con el jardín 469. Nunca nos lo habían dicho, hay un solo medidor”. Esto llevó a que, con mínimos problemas de calefacción en la 179 pero mucho más serios en el jardín 469, Camuzzi lo retire dejando sin el servicio a los dos establecimientos.

Sin embargo, ven con preocupación qué pasará luego de las vacaciones de invierno porque la Universidad del Chubut no podrá ceder más el espacio del Centro de Encuentro: “Nuestros hijos no van a tener lugar para ir”. “Queremos hablar con el gobernador que es el responsable, yo no sé cómo es el convenio que tiene con Municipalidad, pero las escuelas son provinciales”, expresó.

La madre reveló que también es docente y “siempre emparchamos, he tenido problemas similares en escuelas donde trabajo”.

Las últimas novedades

Recientemente hubo novedades. El viernes, mismo día en que las familias fueron a reclamar, llegaron los materiales que estaban esperando y pudieron comenzar los trabajos. Patricia Quilodran, supervisora a cargo de la situación del establecimiento educativo, afirmó a La Portada que “es una obra que no debería superar la semana”.

En cuanto a la necesidad de un técnico que no estaría en Esquel, según dieron a conocer las familias, la supervisora técnica seccional, Irma Willhuber, reveló a este medio que consultó con las autoridades del Ministerio de Educación en Rawson.

Luego de agilizar la compra de materiales, comenzó la obra y se anotició de que uno de los requerimientos era el trabajo de un técnico especializado para revisar las calderas una vez que los trabajos estén finalizados y “por su magnitud se requiere de un especializado en combustión”.

Los padres y madres creían que no había ninguno en la ciudad. Sin embargo, Willhuber reveló que sí hay uno que “está habilitado y tiene todas las certificaciones”. Sin embargo, no está nombrado por el Ministerio de Educación.

Por este motivo, la supervisora dejó en claro que la subsecretaria de Instituciones Educativas, Adriana Di Sarli, fue puesta al tanto. El objetivo será que este profesional pueda encargarse de revisar la obra una vez terminada. “No deberían mediar inconvenientes. La indicación es que al día 29 cuando regresamos del receso invernal, los niños estén en su institución”, enfatizó Willhuber.