Los trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI) continúan reclamando por sus fuentes laborales, luego de que el gobierno anunciara su cierre a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, a comienzos de marzo.
Advirtieron que se encuentran “con total incertidumbre” en todo el país. Luego del comunicado de Adorni, no recibieron ninguna notificación formal, aunque sí los dieron de baja de todos los sistemas. Asimismo, fue nombrada una interventora luego de ese anuncio y consideran que “la intención no es ver el desempeño laboral sino justificar el cierre”.
En el caso de Chubut, son 22 empleados que se quedarían sin trabajo. Dentro del INAFCI hay profesionales de las Ciencias Agrarias y Sociales y trabajan en lo vinculado al desarrollo productivo y en la organización de los pequeños productores rurales.
Los trabajadores de la región cordillerana remarcaron que se realiza una tarea “integral”, desarrollando proyectos y acompañando al cumplimiento de los objetivos productivos que se plantean.
El Instituto está amparado por la Ley de Agricultura Familiar sancionada en 2014 y reglamentada en 2022. El sector cuenta con más de 30 años de historia: comenzó con el Programa Social Agropecuario y en 2023 se conformó como un Instituto, a través de lo cual buscaba tener mayor autarquía y manejo propio del financiamiento.
Muchos trabajadores son el sostén económico de su familia y algunos cuentan con más de 25 años de antigüedad. Advirtieron que se vulnera “el derecho de todos los ciudadanos sobre la soberanía y la seguridad alimentaria, que son pilares del Instituto”.
Asimismo, desde el Instituto plantearon que el sector con el que trabajan “produce el 70% del alimento sano y fresco que consume la mesa argentina”, al tiempo que se encargan de que el campesinado pueda permanecer en su territorio “y no engrose las villas en las grandes urbes”.
Para esto, trabajan en la organización de los productores en cooperativas, grupos de hecho y asociaciones.
Señalaron que se sienten “fuertemente violentados” por lo que sucede actualmente: “Bregamos por nuestras fuentes laborales, las de todos los trabajadores del Estado y de la agricultura familiar, que queda desprotegida”.
