Trabajadoras de la Unidad de Cuidados Paliativos decidieron hacer pública la delicada realidad que atraviesan dentro del servicio, fundamentalmente a partir de la falta de personal para atender todas las demandas. Esta situación ya las llevó a tener que reducir el caudal de pacientes a la mitad.
Graciela Galindo y Gabriela Demarchi explicaron a La Portada que están dentro de un reclamo “más generalizado” del sector salud. No obstante, la urgencia puntual en su caso es para atender el dispositivo de internación domiciliaria: “Está corriendo riesgo porque no tenemos todo el personal necesario para cubrirlo, junto con todas las otras tareas que hace la Unidad, desde el consultorio de pacientes ambulatorios a otras actividades extra”.
Relataron que desde que inició este año están solicitando personal de enfermería y médicos, que son los que sostienen “las guardias pasivas para las internaciones”. Sin embargo, a pesar de este reclamo, hace un mes y medio dos médicas fueron reasignadas a otros servicios. “Tuvimos que pasar de 30 personas internadas en sus casas a tener 15”, graficaron.
La gravedad del asunto no es para menospreciar, más si se toma en cuenta que “no existe en la localidad ningún otro equipo de cuidados paliativos”. Las personas que se quedaron sin la atención, ahora “están siendo seguidas por profesionales médicos del privado” que no tienen el servicio de internación domiciliaria “sino una atención cada tanto en sus casas”.
Demarchi y Galindo añadieron que algunos CAPS colaboran para atender a los pacientes en los domicilios, pero “no funcionan como una guardia pasiva”: “Van a tener que recurrir sí o sí a la guardia del hospital o a internarse en clínica médica. Estamos sobrecargando un servicio que ya viene sobrecargado”. “Eso está sucediendo con esas 15 personas que quedaron afuera, más los 10 que estaban en lista de espera”. lamentaron.
En este escenario, resaltaron que intentan que la comunidad sepa lo que está ocurriendo y se comprenda la situación “cuando no podemos atenderlos como nosotros quisiéramos y como tienen derecho a ser atendidos”. “Nos sobrepasa, no depende de nuestra voluntad. Por respeto a ese derecho no podemos atender más de la capacidad que tenemos”, puntualizaron.
Así las cosas, las profesionales de la salud se mostraron agradecidas por “la comprensión” de las familias a las que tuvieron que decirles que no podían continuar con el servicio que les brindaban. Más allá de la buena voluntad de los vecinos, dejaron en claro que hay un derecho a la salud que está siendo vulnerado y por eso no van a claudicar en el pedido de más personal.
Advirtieron que lo siguiente podría ser incluso no alcanzar a los 15 pacientes que tienen actualmente. Cuentan con un total de ocho personas, pero son dos médicas y tres enfermeras las que “sostienen por fuera del horario habitual las guardias pasivas”.
Es de destacar que por “el volumen de complejidades, puede ser que no necesariamente deban ir al hospital”, pero sí requieren mucho tiempo de dedicación de un profesional.
Las guardias se mantienen las 24 horas, los 365 días del año y no involucra solo la cuestión estrictamente vinculada a una patología, sino la contención a quien está atravesando esa situación y al círculo familiar y de amistades. “Si no tenemos la posibilidad de repartirlo entre la cantidad de profesionales que es necesario, las personas que están se sobrecargan y corremos el riesgo de que tampoco puedan sostenerlo por más tiempo”.
En la actualidad, le dan prioridad a quienes sufren enfermedades “amenazantes de la vida”, como los pacientes oncológicos, pero también patologías crónicas. Se busca brindar un servicio integral y, por ejemplo, Gabriela Demarchi es filósofa y ofrece espacios de orientación filosófica tanto en los consultorios como en el domicilio: “Tenemos un abanico muy amplio de actividades que hacemos entre todas y tratamos de sostener a pesar de la baja de personal”.
Las trabajadoras recalcaron que el reclamo es escuchado por las autoridades provinciales en términos de que se reconoce la necesidad, pero en lo concreto la solución no llega. Esto las llevó a ver necesario difundirlo para “pedirle a la comunidad que nos acompañe a través de videos cortos, cartas, mensajitos, todo lo que pueda sumar para que nosotros podamos visibilizar el trabajo que le significó si tuvieron que estar en Cuidados Paliativos”.