Lucas Lavados, estudiante avanzado de la carrera de Licenciatura en Administración de Empresas Turísticas dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas en la Sede Esquel de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), viajó a fines de enero a un intercambio en Neiva, Colombia.
El esquelense tuvo la posibilidad de cursar allí tres de las cinco materias que le quedaban para recibirse, en la Universidad Surcolombiana. Días atrás, Lavados regresó a Esquel con la tarea cumplida, las asignaturas aprobadas y una nueva e inolvidable experiencia en sus espaldas.
De visita en la redacción de La Portada, el estudiante afirmó: “Me cambió mucho la cabeza, aprendí muchas cosas y me traigo una linda experiencia gracias a una universidad pública”. “Me cambió la vida en muchos aspectos. Es otra realidad y otra manera de vivir la vida, creo que fue todo muy positivo”, contó Lavados.
Le tocó llegar a una ciudad donde constantemente tienen entre 30 y 35 grados de calor, con mucha humedad. “Los primeros días cuesta adaptarse, pero uno se va acostumbrando y una vez que pasa, no querés volver. Cuando quedaban pocos días tenía una mezcla de sensaciones, de querer y no querer, pero fue algo muy lindo y positivo que creo que va a aportar al crecimiento personal y universitario”, compartió.
En cuanto a la cursada, señaló que “la carga horaria es muy diferente”. “Acá en Argentina uno cuando cursa una materia en la Universidad de la Patagonia, quizás la ves 3 o 4 veces a la semana, 2 o 3 horas, y allá las que hice las veía un solo día por 3 horas”, graficó.
En este sentido, recordó que cursaba los lunes y martes y no le fue tan difícil el proceso académico porque tenía muchos días para estudiar. Al mismo tiempo, valoró que la exigencia es muy diferente entre una universidad y otra: “Allá las posibilidades de cursar y aprobar la materia son muchas, tenés los parciales, los prácticos, hacer exposiciones, tienen en cuenta muchas cosas y al final de la materia evalúan todo ese proceso”.
Sin embargo, aseguró que “acá es distinto, previo al examen final tenés que aprobar dos o tres parciales, para tener la cursada que habilita a rendir en una mesa de examen”. “Quizás tenés que estudiar dos veces lo mismo. Puede ser que por eso la Argentina tiene universidades de calidad, porque la exigencia es totalmente diferente a lo que viví yo en Colombia”, expresó.
Asimismo, dijo que los programas de estudios se diferencian, al igual que la infraestructura del lugar: “Las aulas están equipadas con proyector, con pizarra y con aire acondicionado porque hace mucho calor allá”. “Con cada clase tuve un aprendizaje, con cada maestro, con cada materia, cada compañero y la verdad que me traigo eso también”, reflexionó.
En este sentido, reveló que la administración de la institución educativa era repartida entre privada y pública. “Esa es otra de las realidades distintas, ahí te empezás a dar cuenta de muchas cosas. En nuestro país la educación es pública y como siempre digo, gracias a la universidad pública pude hacer este intercambio y vivir esta experiencia”, destacó.
Esto fue tema de conversación con sus compañeros, a quienes les contó de la educación pública en Argentina y “ellos quedaban asombrados”. “Con el intercambio que yo hice allá, fuimos 6 chicos argentinos a esta ciudad, y de la universidad de allá vinieron 10 a Argentina, a distintos puntos del país. Son diferentes miradas y creo que esa es la idea del intercambio”, analizó Lavados.
“Te llevás un gran aprendizaje, te dan ganas de volver a viajar. Era la primera vez que yo salía afuera del país, pero el tiempo se pasó volando”, agregó. Lavados contó que se trajo “muchos amigos y amigas” con los que sigue en contacto.
En cuanto a su continuidad académica, indicó que retomará en agosto y el año próximo cursará las dos materias que le faltan para recibirse: “Con eso terminaría y encaminaría la tesis. Cada vez me queda menos para el título académico”.
Por último, Lucas Lavados detalló que no tiene que hacer un trabajo específico para la Universidad San Juan Bosco sobre lo que vivió en Neiva, pero sí compartir la experiencia con profesores y alumnos. Dejó el mensaje al resto de los alumnos para que, si tienen la oportunidad, no se la pierdan: “Mañana le puede tocar a otro, aprovéchenlo. Es una experiencia única que no se la van a olvidar nunca en su vida”.