A comienzos de mayo se desarrolló la segunda reunión ampliada para la creación de un espacio cultural participativo en Trevelin. Luis Tejera, integrante del equipo técnico del INTA, el arquitecto Emanuel Rocha, y las artistas Paz Misurelli, Mónica Venturin y Malena De Vita, son algunos de los referentes más importantes de la propuesta y dialogaron con La Portada para contar más detalles.
En primer lugar, expresaron que vieron la necesidad hace un tiempo de “tener un espacio adecuado para las artes en general”. Primero imaginaron un auditorio, pero “se fue transformando con el paso del tiempo”.
En esta línea, las artistas comentaron que “nunca tuvimos un espacio preparado para disciplinas como el teatro, la danza y la música” y siempre deben adaptarse a lugares públicos que están construidos con otros fines y no fueron ideados para las artes. Esto trae dificultades desde la acústica hasta el tipo de pisos.
Un espacio flexible y participativo
Asimismo, remarcaron que se trata de un espacio “flexible y participativo”: “Es un espacio que fue mutando a muchos que conformarán un complejo para atender las necesidades de cada una de las artes”. Lo piensan no solo para espectáculos, sino también “para el día a día”, de modo que sirva para ensayos o clases.
La sustentabilidad es un concepto también contemplado por ejemplo en las técnicas de construcción. En este sentido, indicaron que contará con espacios de mayor capacidad y otros más pequeños, para adaptarse al público de todas las actividades.
Para diagramar todo esto es fundamental el acompañamiento institucional no solo de la Municipalidad de Trevelin a través de la Secretaría de Ambiente, sino también el INTA “en la producción y el uso de la madera, de productos locales”. Destacaron que se trata de un material amigable que además tiene un papel trascendente en la calidad de un espacio con el uso que se le piensa dar, como en lo vinculado a la acústica.
Por su parte, cuentan con el asesoramiento del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), en representación del cual Ricardo Muir se acerca desde Buenos Aires a las reuniones ampliadas y está en permanente contacto.
A Muir lo conocieron en un viaje a Allen, en Río Negro, donde se desarrolló un proceso de estas características para la construcción de un edificio de la Secretaría de Ambiente. Es especialista en lo vinculado a los procesos participativos y a partir de esta experiencia comenzaron a conformar el grupo de trabajo.
“Tanto en el grupo promotor, como en las reuniones de las comisiones o las ampliadas donde se invita a cualquier persona de la comunidad, es un proceso participativo. No necesariamente tenés que ser artista, arquitecto o ingeniero”, subrayaron.
A continuación, expresaron que “por primera vez estamos trabajando todos juntos en algo desde todas las artes. El proceso es hermoso y de construcción colectiva y ejercita la escucha humana”.
Gestión conjunta
En la segunda reunión ampliada pasaron de tres a dos comisiones: una de Diseño y anteproyecto, y la otra de Gestión y Recursos. Tendrán la tarea de arbitrar los pasos formales y administrativos para avanzar en los aspectos legales de la cesión y uso del predio, ubicado junto al espacio que hoy cuenta el CARPO, lindante con las calles Fortín Refugio y Costanera Raúl Alfonsín.
Realzó que “nadie tiene jerarquía de roles” aunque “el municipio es un actor más que importante por lo político y porque el predio donde se va a construir es municipal”. En el trabajo que tienen por delante redactarán la ordenanza que asegure que el terreno sea destinado al espacio –no dejará de ser propiedad del municipio-.
En cuanto al modelo de gestión, señalaron que es “muy novedoso”. Se trata de una figura denominada “gestión asociativa”. Tiene como antecedente el Parque Avellaneda en Buenos Aires: “No será municipal ni privado, sino conjunto”.
En este escenario, insistieron en la apertura para que nuevos actores se sumen y se pueda generar “una apropiación colectiva del proyecto”: “Se habló mucho de que faltan lugares de encuentro, y ya está sucediendo en este proceso, nos estamos encontrando”.
Buscarán tener definido el anteproyecto para septiembre y antes de fin de año tratarán de contar también con la ordenanza. El objetivo es que “al ser un edificio público sea ejemplo en muchos aspectos”.