La ex ministra de Economía Nacional entre 2005 y 2007, Felisa Miceli, visitó Esquel la semana pasada y dio una charla titulada “Crecimiento Económico, Inclusión Social: desafíos del presente”, en el Aula de Extensión Educativa de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
En conferencia de prensa, Miceli resaltó que espacios como el que ofreció sirven para “abrir el debate” sobre la “gran preocupación de los trabajadores” que es “la marcha de la economía”. Planteó que el escenario es “absolutamente complicado”: “Tenemos una deuda externa monstruosa, tanto con los acreedores privados como con el Fondo Monetario Internacional que solos no la podemos pagar, después de los costos de la pandemia y lo que significó la guerra en temas de energía”.
Subrayó que “no tenemos dólares”, algo que señaló como un problema mundial, y consideró que existen “presiones devaluatorias”. En esta línea, dio su punto de vista sobre el reciente informe del INDEC en el que señala que el 39,2% de los argentinos está debajo de la línea de la pobreza: “Es muy duro y me parece que hay que abocarse a tratar de remontar esa situación. No sé si en este corto período que falta para las elecciones se puede hacer, pero yo creo que es lo que tiene que intentar el gobierno”.
Miceli propuso algunos ejes para comenzar a trabajar a nivel económico: “Generar aumentos a través de una suma fija para los que están trabajando, para recuperar el salario, acordar con las empresas que congelen durante un tiempo los precios de los productos básicos, centrarse sobre las reservas en el Banco Central y no gastar ni un dólar más en cosas que son superfluas, sino sólo en aquellas que son necesarias”. Asimismo, enfatizó que “todos los gobiernos tienen las herramientas” para tomar estas medidas: “Cuando la situación es más crítica y más difícil hace falta más coordinación de la política económica”.
La economista contó que “a veces intercambiamos algunas ideas” con el equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, y consultada por las últimas conversaciones con el Fondo Monetario Internacional, realzó su importancia: “Son esenciales, si en el medio de esta situación, hubiera que pagarle 4.300 millones de dólares al Fondo de los vencimientos que comprometió Macri y Argentina no los tiene, si no existieran esas negociaciones habría una hiperdevaluación, una hiperinflación, se multiplicaría la pobreza, sería insostenible”.
Responsabilizó de parte de esta realidad a la gestión encabezada por Mauricio Macri, debido a que “descalibró todas las variables económicas, las tarifas aumentaron entre 20 y 30 veces y no aumentaron así los salarios”: “Fue un desastre porque significó que las industrias que necesitan energía no la puedan tener, para ser competitivas en el mundo, que cayeron las exportaciones de estos sectores, hubo menos superávit comercial, el endeudamiento fue tremendo y cuando el sector privado no les prestó más, cayeron en el Fondo Monetario Internacional para pedirle 57 mil millones de dólares de los que sólo se desembolsaron 45, que es el préstamo más grande que dio el Fondo en su historia”.
Sostuvo que “la deuda nos tiene atados de pies y manos, hasta que no se resuelva ese problema es muy difícil resolver los otros”. “Si sumamos a eso la apertura económica que hizo Macri, dejando entrar cualquier producto importado para competir con la producción nacional, eso generó el cierre de más de 20 mil pymes”. Señaló en este sentido que “pasaron cosas muy graves y ahora es muy difícil remontarlas” y reconoció que el gobierno actual “tampoco hizo las cosas como uno esperaba, en mi caso particular creo que se podrían haber hecho otras”.
A continuación, Miceli opinó sobre las políticas que podría haber tomado la gestión de Alberto Fernández para mejorar la economía: “No se tomaron las medidas necesarias, no se han acumulado reservas en el Banco Central, los acuerdos con las empresas se hacen de una manera muy light, el Estado no negocia con todos los elementos que tiene a su alcance para que las empresas cumplan lo pactado, hay un montón de cosas que se pueden hacer”.
Por último, la ex ministra de Economía resaltó el impacto de los factores internacionales en la economía argentina: “Cuando hablo de la pandemia, me refiero a que el comercio mundial cayó un 15% y la producción habrá caído entre el 7 y 8%,”. “Esto quiere decir se compraron muchas menos cosas de las que Argentina vende, y por ejemplo en el sector de la energía, cayó fuertemente en pandemia el precio del petróleo, porque nadie quería comprar, los barcos no transitaban, los aviones no volaban. Pero después vino la guerra de la OTAN contra Rusia en el territorio ucraniano, y subieron los precios”, explicó.
“Aumentaron las commodities agropecuarias y las energéticas, perdimos reservas por pagar más por el gas que necesitábamos para el invierno. Las condiciones internacionales han afectado muy negativamente”, analizó.
Concluyó que el oficialismo “debe intentar revertir esto”: “Hay que hacer las cosas ya, muy coordinadamente, muy bien planeadas técnicamente, hay tiempo, pero no sé si existe voluntad política”. “Yo espero que se tomen esas medidas, porque así las chances electorales del oficialismo podrían ser un poco mejores”, evaluó.
Polémica por el cambio de escenario de la charla que dio Felisa Miceli
El Instituto Futaleufú, que fue una de las entidades responsables de acercar a Esquel la charla que dio Felisa Miceli, aseguró que les impidieron utilizar el Centro Cultural Melipal. Cabe resaltar que, en un primer momento, la actividad iba a desarrollarse en ese espacio y luego de que hubiera críticas públicas de referentes de Juntos por el Cambio, el escenario fue modificado.
La conferencia de prensa, que se trasladó a una confitería céntrica, también había sido pautada en el Centro Cultural. Los cuestionamientos se debieron a la causa en la que Miceli fue condenada por el hallazgo de una bolsa de papel madera con dinero en su despacho cuando era ministra de Economía, lo que precipitó su salida del cargo.
En primer lugar, la economista aseguró que se enteró de que “no soy una persona grata para un sector de la política de Esquel”: “A mí me llena de orgullo, yo he luchado siempre en contra de los intereses que representan. Creo que ellos tienen que explicarle al país una gran cantidad de cosas que han hecho muy mal”. “Lo tomo como de quien viene, habla de lo antidemocráticos y antirrepublicanos que son”, afirmó.
Por su parte, Patricia Berra, integrante del Instituto Futaleufú aseguró que no creyeron los motivos que les dieron el jueves por la tarde para trasladar la charla de lugar: “Supimos enseguida que era una actitud antidemocrática, que nos cortaban la posibilidad de debatir de cara a la comunidad como lo venimos haciendo desde hace años y en el Centro Cultural Esquel Melipal”. Remarcó que ese espacio “no es perteneciente a un solo signo político, como su nombre lo indica es el centro cultural de nuestra ciudad”.
Consideró que no se les dejó utilizar un espacio público y destacó: “Teníamos la firma del Director de Cultura avalando nuestra presencia ahí”. “Es una falta de respeto a la democracia, al debate y al pueblo en general, porque no desconocemos las diferencias políticas, pero creo que en el debate y en la posibilidad de hablar está la posibilidad de crecer democráticamente”, postuló Berra.
Por su parte, Damián Villanueva tildó de intolerante al gobierno municipal “tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo”: “Primero, la excusa era que se superponían horarios de actividades, pero después vemos los concejales que salen a tomar postura sobre el tema y que evidencian que es una decisión política el no permitir esta charla”.
“Lo que no se animan a decir es que nosotros representamos un sector de la sociedad que a ellos les molesta”, dijo Villanueva. Indicó que es algo “para prestar atención como sociedad”: “Podemos estar en desacuerdo, pero no callar las otras voces”.