El duro discurso del intendente: “Integrar el Concejo no es para caprichosos, obstinados ni empacados”

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El intendente Sergio Ongarato leyó hoy lunes el tradicional discurso en la inauguración de las sesiones ordinarias del Honorable Concejo Deliberante de Esquel.

A lo largo de 50 minutos arrojó munición gruesa contra otros niveles del Estado y en un momento apuntó contra los ediles.

“Integrar un Concejo Deliberante es una responsabilidad y compromiso muy grande que cada concejal adopta para con sus vecinos. Esto no es para caprichosos, obstinados ni empacados”, señaló.

“El Concejo Deliberante es el lugar de debate de las políticas públicas de la ciudad. Es la caja de resonancia de lo que le pasa a la gente. Las ideas y los proyectos de ordenanza deben debatirse con el respeto que merece cada uno de los concejales elegido por sus vecinos; con el respeto a las mayorías y minorías, sabiendo qué lugar y que fuerza de votos tiene cada bloque”, expuso.

Agregó que “tuve el honor de ocupar una banca por ocho años, y como opositor que era en esos días, he planteado las diferencias políticas con el gobierno, pero siempre con propuestas alternativas y sin bloquear el tratamiento de los temas que eran importantes para los vecinos. Mucho menos se me hubiera ocurrido tratar de desfinanciar la municipalidad para generar caos y lograr rédito político con esa situación”.

“Pido no entrar en el terreno complejo de judicializar la política, para que el Poder Judicial resuelva mediante un fallo lo que se debería  resolver la política con diálogo, consensos y la  decisión de los votos en las sesiones. Judicializar la política es algo muy perjudicial para el sistema democrático, del cual después es muy difícil volver atrás, porque termina trasladándose a los sucesivos gobiernos”, añadió.

Por ello es que “solicito a todos los concejales el mayor compromiso y madurez política para tratar los temas que son de interés de toda la comunidad, mediante el diálogo y respeto entre uno de ustedes. Esto implica invertir tiempo y trabajo, pensar los argumentos, no enojarse, no imponerse por el tono de voz sino por exponer los argumentos convincentemente. Y si no hay acuerdo, acatar lo decidido por el voto de cada uno en las sesiones”, amplió.