Norma Morón, Tesorera y vocera del Sindicato de Empleadas de Casas Particulares, en diálogo con La Portada se refirió al informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento el cual señala que en pandemia se produjo la pérdida de 433.000 puestos laborales en el sector y que sólo logró una recuperación del 18% de recuperación de esos empleos.
Señaló que la ciudad de Esquel no estuvo ajena a la realidad nacional al tiempo que recordó que en los primeros meses de la pandemia “a muchas compañeras no les pagaban el sueldo porque cobraran el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) cuando eso no correspondía”. Y agregó que “se hicieron los reclamos ante la Secretaría de Trabajo y se pudo recuperar esos sueldos, pero para eso las compañeras ya estaban empeñadas”.
Morón también hizo alusión al Programa Registradas en el marco del cual “una parte del sueldo la paga el empleador y la otra parte el Gobierno, pero eso tiene un lapso”. Advirtió, en este sentido, que “una vez que el Gobierno deje de pagar nos dejarán a la deriva como siempre. Veremos qué es lo que pasa en el mes de abril” cuando finalice ese beneficio.
Sostuvo, además, que pese a los beneficios otorgados por el Estado Nacional las trabajadoras de casas particulares fueron afectadas “muchísimo porque había muchas compañeras que trabajaban por hora. Esto supone entre el 30% y 50% de las trabajadoras. Hay mucho trabajo en negro”.
Quienes no estaban en relación de dependencia fueron las más afectadas ya que los empleadores decidieron prescindir de sus servicios “en el caso de las que están en blanco si son despendidas la indemnización es doble porque aún estamos en pandemia. Muchos empleadores al saber que la indemnización era doble revieron su decisión”. Para finalizar comentó que “en tiempos de pandemia muchos dejaron de hacer los aportes”.