Se ha considerado el 7 de abril de 1971 como fecha oficial del nacimiento de la Escuela para Jóvenes y Adultos N° 708 Malvinas Argentinas.
Ella surge por inquietud de un grupo de vecinos, que desearon que los adultos que no habían iniciado y/o finalizado sus estudios secundarios pudieran consumarlo.
Recogiendo narraciones de los que pasaron por la institución, se supo que en principio se llamó Escuela de Comercio Nº 8 y que por decreto provincial lleva el número actual.
Nunca ha tenido edificio propio y ha funcionado en varios establecimientos desde su creación, siendo el último domicilio en Owen Jones y Avenida Alvear.
Su plan de estudios original de 4 años pasó en el año 2009 a 3 años, y desde en el año 2018 se implementa el nuevo diseño curricular de EPJA incorporando un plan de estudios por módulos, ofreciendo el título de Bachiller en Economía y Administración con la posibilidad de un pos título en Computación mediante convenio con el Centro de Formación Profesional N° 655
La matrícula ha sido siempre de lo más heterogénea, es posible encontrar personas de la tercera edad queriendo cumplir su sueño de terminar el secundario hasta jóvenes que apenas han cumplido los 18 años, habiendo estudiantes de todas las condiciones sociales y estados de ocupación.
Ni las dificultades salariales imperantes, ni la pandemia, han impedido que la comunidad educativa cesara de atender a los estudiantes para que concluyan sus estudios con los medios y modalidades presentes.
El equipo directivo de la Escuela N° 708, actualmente compuesto por la vicedirectora interina a cargo de dirección Prof. Cra.. Ruth Rowe y la Prof. Mariana Crettón como secretaria interina, quieren rendir un tributo y celebrar por este medio, los 50 años de vida activa de la Escuela N° 708, que ha recibido a lo largo de su historia a más de 7000 estudiantes y también recordar sus casi 400 docentes y auxiliares de la educación que han entregado de su saber y cariño en los diferentes ciclos escolares.
Si se tuviera que destacar algo de esta Escuela, es la apertura y flexibilidad institucional a las múltiples circunstancias de los estudiantes, para lograr el anhelo de completar los estudios secundarios.
Y si hay algo que siempre se desea, es que los estudiantes lleguen a lo más alto de sus capacidades, pero por sobre todo que sepan apreciar la verdad, porque la verdad los hará libres.