Con el fin de dar respuesta a las familias más vulnerables de la ciudad y mejorar su calidad de vida, Cáritas Esquel gestionó fondos a nivel nacional para reforzar la asistencia. Con esta ayuda se logró la entrega de colchones, mantas y leña. Asimismo un grupo de voluntarios se encargó de instalar estufas en 12 hogares que permitieron a los vecinos calefaccionarse y tener un lugar digno donde cocinar.
María Eugenia Salgado, referente de Cáritas Prelatura Esquel, contó en diálogo con La Portada que debido a la emergencia climática en Cushamen y en toda la zona realizaron una gestión a nivel nacional a través de Cáritas Argentina para conseguir fondos y así reforzar la asistencia. “Además de asistir a la gente con alimentos, lo que se ha incrementado muchísimo, nos pareció prudente ayudar en Esquel y en las zonas más vulnerables por el tema del frío”, explicó.
De esta manera se llevaron adelante diversas actividades como la entrega de colchones y mantas para que las camas sean más confortables, leña y estufa. En este sentido Salgado destacó que un grupo de voluntarios se encargó de instalar las estufas en los hogares de 12 familias vulnerables de la ciudad. “Se tomaron los cuidados necesarios como el aislamiento del techo, para que no termine en un incendio del hogar ,y se entregaron con leña”, precisó.
Salgado sostuvo que fue una decisión del equipo diocesano destinar parte de los fondos a la compra de estufas al ver durante las visitas que había familias que no tenían forma de calefaccionarse. “Nos pareció necesario comprar estas estufas que además de calefaccionar la casilla donde viven, funcionarán como cocina y tendrán un lugar digno donde cocinar”, aseguró.
Sostuvo, además, que “esto mejora la calidad de vida de una familia”, y planteó que “en nuestra zona el frío no dura tres meses porque en pleno diciembre te puede caer una helada, así que seguimos gestionando porque sabemos que no es suficiente”.
Cáritas Esquel hoy cuenta con más de 100 voluntarios en toda la Prelatura que se encuentran abocados a diferentes tareas que han tenido que reorganizar y adaptar por la situación epidemiológica actual. Hay guardias mínimas en cada parroquia y capilla. Las visitas se han reducido por una medida preventiva y ya no se ingresa a los domicilios por recomendación de las autoridades sanitarias. Hay equipos que se encuentran dedicados a la gestión de fondos y la parte administrativa, como así también a la asistencia alimentaria y los espacios educativos. El asesoramiento escolar se realiza de manera virtual a través de los voluntarios que envían tareas y responden consultas por WhatsApp. Cáritas continúa pagando las becas y asiste con kits escolares a quienes lo necesitan.
Salgado sostuvo que desde Cáritas “tratamos de hacer una entrega alimentaria reforzada para que dure todo el mes y a mitad de mes damos un refuerzo con merienda para las familias que tienen niños”.
También se encuentran acompañando a diferentes vecinos para que generen sus propios emprendimientos e ingresos. “Siempre estamos buscando alternativas para que la gente se empiece a poner de pie porque al salir de esta pandemia sabemos que la situación va a ser compleja, así que estamos armando algunos proyectos para que puedan armar sus propios emprendimientos”, señaló.
Según detalló, algunos son sobre la producción de pequeños animales, huertas, cría de ganado menor, panaderías y producción de vegetales, entre otros. Se les da un microcrédito con una baja tasa de interés, que pueden devolver en cómodas cuotas según las posibilidades de cada familia. Cáritas se ocupa de que cumplan con la reglamentación y se capaciten para que su emprendimiento perdure en el tiempo.