La delicada situación del sector comercial no es sorpresa. A la crisis económica de arrastre se le sumó la pandemia del coronavirus conformando así un combo letal. En Trevelin la Cámara advierte que, al menos en un corto período de tiempo, no vislumbran un horizonte esperanzador.

Diario La Portada habló con Nicolás Troncoso, referente de la institución que nuclea a los distintos  comerciantes en el Pueblo del Molino. “El escenario es crítico”, aseguró. Corto y sin vueltas. Dijo que recuperar la actividad no será una tarea sencilla.

Reconoció que, por supuesto, la habilitación de algunos rubros ayudó bastante pero la realidad es que en estos meses de cuarentena “hubo un endeudamiento” por parte de los comerciantes el cual tardará en cancelarse.

Recordó que mientras muchos permanecían con los establecimientos cerrados seguían corriendo los gastos fijos como, por ejemplo, la luz, el gas, impuestos y salarios del personal arrojando en consecuencia un saldo netamente negativo.

Avisó que no son pocos los que echaron mano en ahorros o bienes personales para conservar el negocio en pie y no colgar el duro cartel de cerrado para siempre. “En el caso personal poner en funcionamiento mi restaurante que es chico me costaba unos 15 mil pesos por día”, precisó.

Dejó en claro que comprenden las restricciones por la pandemia del COVID-19 y remarcó que en las últimas semanas sectores como el gastronómico pudieron empezar a trabajar de la mano de protocolos de bioseguridad.

Potenciar la economía

Entendió que tarde o temprano la contingencia sanitaria cederá y quedará el mayor desafío, es decir “potenciar la economía”. Aseguró que para lograr ello es fundamental que los empleados estatales provinciales cobren sus salarios en tiempo y forma.

Reiteró que el panorama es desolador, con una temporada de invierno prácticamente perdida y una marcada incertidumbre con la primavera, una época del año que suele funcionar bien para el turismo en Trevelin debido al movimiento generado por el maravilloso campo de tulipanes.

“Si está cerrado el ingreso de aviones veo difícil la temporada de tulipanes. Sabemos que el público interesado es el que llega hasta la zona a través de los medios aéreos”, manifestó Troncoso en la charla con La Portada.

Sostuvo luego que la localidad depende en gran medida de la afluencia en otros grandes destinos cordilleranos como San Carlos de Bariloche, por citar uno. Fue contundente al señalar que por delante “nos esperan dos años muy jodidos”.

Cierres

Reveló, por otro lado, que en el transcurso de estas semanas de contingencia epidemiológica “hemos tenido algunos cierres” de comercios entre los cuales mencionó tres establecimientos gastronómicos. “Hay chicos que quedaron en la calle”, avisó preocupado.

“Por ejemplo una pollería abrió, estuvo dos meses y tuvo que bajar la persiana. El dueño era de Esquel y no podía venir. Ese muchacho había hecho una inversión y al poco tiempo tuvo que cerrar las puertas”, comentó.

Antes de concluir la entrevista, Troncoso lamentó que por estos días pueden observarse varios locales vacíos. “También es preciso destacar que en Trevelin los propietarios de los alquileres te aguantan y eso hay que reconocerlo”, completó.