Agustín es esquelense, se recibió de profesor en Educación Física en Buenos Aires y ante la difícil situación económica del país decidió volver a la ciudad junto a su pareja Alejandra y su hija Alma para comenzar su propio emprendimiento familiar. Elaboran juguetes didácticos de madera para la estimulación de niños y niñas de todas las edades. Trabajan a pedido y también están incursionando en la fabricación de muebles.
Agustín Larrondo junto a Alejandra Duarte y su hija Alma, de ocho meses, visitaron la redacción del diario La Portada para contar cómo nació su emprendimiento familiar. “Empezamos a ver que la situación económica estaba complicada en Buenos Aires, yo tenía algunas herramientas porque había hecho muebles con pallets para mi casa y me doy maña para estas cosas así que decidimos venir a vivir a Esquel y crear nuestro propio emprendimiento familiar”, explicó Agustín, quien hizo cuatro años de Ingeniería Forestal y se recibió de Profesor de Educación Física.
En tanto Alejandra, quien es Técnica en Psicomotricidad, confió que “Agustín empezó haciendo juguetes para Alma –su pequeña hija de ocho meses- y luego decidimos invertir nuestros ahorros en una caladora para comenzar a venderlos. El los construye y yo los pinto siempre que la niña lo permite”.
Agustín sostuvo que en Buenos Aires hay una movida bastante importante con los juguetes didácticos y que decidieron dedicarse a este rubro porque son simples y llamativos por sus colores, formas y texturas. “No tienen un objetivo específico, cada niño los utiliza como quiere y tampoco son para una edad determinada”, destacó.
Mientras que Alejandra aseguró que “lo importante es priorizar el juego en la infancia y en la adolescencia porque forma parte de nuestro crecimiento y es algo innato del ser humano”. Además opinó que “cuando un juguete tiene demasiadas cosas deja poco a la imaginación y al juego corporal”.
El emprendimiento se llama “Hathi” en referencia al elefante del Libro de la Selva y por eso su logo lleva la forma de ese animal. “Apuntamos a que nuestros productos sean lo más ecológico posible y amigables con el ambiente, así que los entregamos en bolsitas de tela para que las reutilicen y las mandamos a sublimar a otro emprendedor de la ciudad para fomentar el consumo local”, resaltó la joven emprendedora.
En octubre comenzaron a producir los juguetes y ya han participado de tres ferias locales. Hoy cuentan con un stock de juguetes muy variado y también trabajan a pedido. No descartan la posibilidad de realizar nuevos productos para Reyes Magos. Los pueden contactar a través de las redes sociales de Instagram y Facebook como así también por Whats App al 2945-531108.
Agustín procesa las maderas en el CAPEC y luego las trabaja en su casa junto a su familia. Sin embargo aclaró que nada de esto sería posible sin el apoyo de sus padres.
“Tenemos un millón de ideas pero no hemos tenido el tiempo para llevarlas a cabo. Nos gustaría hacer muebles didácticos que están buenísimos para estimular a los chicos, pero lleva más tiempo”, destacó. Asimismo Alejandra contó que Agustín ya hizo una mesa que se transforma en un juego para un amigo que quedó “espectacular”.
El joven subrayó que “la madera es muy versátil y es un universo casi inagotable, así que las posibilidades de crear cosas son infinitas”.
Por último ambos jóvenes coincidieron en que “este emprendimiento familiar nos sirve como salida laboral a pesar de que recién estamos empezando y además está bueno que los niños y niñas de la ciudad jueguen con productos locales. Son juguetes que les dan libertad para hacer, crear y deshacer. Son juguetes que no pierden la magia”.
