Este 2 de mayo se cumplen exactos 10 años de la erupción del Volcán Chaitén (Chile). Por esos días la ceniza pintó de cuerpo entero a Esquel y la región cordillerana, generando múltiples inconvenientes.
El volcán había entrada en erupción en la madrugada de ese 2 de mayo del 2008. El fenómeno obligó a las autoridades chilenas a instrumentar evacuaciones en la zona del Chaitén, capital de la Provincia de Palena.
“Se trata de un proceso eruptivo. Se han registrado emisión de cenizas y material particulado, por lo que comenzaron las tareas preventivas de evacuación en zonas y poblados cercanos al volcán”, decían por entonces desde la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior, en Chile.
Algunos especialistas en la materia, geólogos, aseguraban que el volcán había permanecido dormido durante cientos de años. De hecho poco se sabía de él en Esquel y alrededores.
La ceniza provocó toda clase de dificultades en la vida cotidiana de los esquelenses:
No había vuelos ni operatividad en el Aeropuerto, las actividades escolares estaban suspendidas, el sistema de salud saturado, las consultas por problemas respiratorios y en la visión se multiplicaban.
El precio de los barbijos estaba por las nubes. La gente corría a comprarlos. Consumir agua de las canillas era todo un riesgo. El sector turístico y productivo se vio realmente afectado.
Durante unos días el Gabinete Provincial del entonces Gobierno encabezado por Mario Das Neves se había constituido en Esquel coordinando acciones con el municipio a cargo de Rafael Williams.
La ceniza pasó, hace 10 años, pero sigue presente en la memoria de los cordilleranos.
Fotos, Roberto Campos.