Escuchar en medio de la madrugada el rugido de motores y el chillido de neumáticos recalentados es frecuente para algunos vecinos de la ciudad.
Por la extensión, y las características del asfalto, las avenidas Irigoyen y Ameghino suelen ser los escenarios escogidos para quienes hacen las denominadas “picadas”. Un juego peligroso.
Atendiendo la problemática, o al menos para generar un efecto disuasorio, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) aprobó durante la última sesión ordinaria una modificación en la ordenanza 203/09 que establece la cantidad de módulos por “disputar carreras o picadas en la vía pública sin estar autorizado por la autoridad de aplicación”.
El mínimo, en módulos, es 1500 y el máximo 3500. En consecuencia, las multas por dicha infracción llegarán a los 140 mil pesos.
Es competencia del Tribunal de Faltas fijar la sanción de acuerdo a las características del hecho. En el transcurso de esta semana el Departamento Ejecutivo, con la firma del intendente Sergio Ongarato, promulgaría la actualización.
Los concejales introdujeron cambios en la ordenanza N ° 203/09 considerando que es “necesario readecuar los montos con que se sancionan las infracciones a la Ley Nacional de Tránsito sobre todo de aquellos que ponen en riesgo la integridad física de las personas y los bienes de terceros”. Advierten que en los últimos años creció la cantidad de carreras ilegales en la vía pública.
Señalan que son cada vez más las denuncias de vecinos que “sufren, no sólo con el ruido, sino también con los accidentes que se provocan” y aseguran que es importante arbitrar los medios pertinentes para “evitar estas prácticas dada su peligrosidad tanto para quienes participan en ellas como para los que se ven afectados por posible daños a su integridad física”.
Este nuevo cuadro de multas debe ir acompañado de un permanente trabajo de prevención y concientización por parte de la Municipalidad, a través de Tránsito. Los inspectores de esta dependencia y la Policía conocen la existencia de “picadas”. Las avenidas Ameghino, Irigoyen y hasta el camino a La Hoya, son sólo algunos ejemplos.
