Por Graciela Rojana
Hace un año, los ciudadanos de Esquel, debimos escuchar como la plana entera del poder político municipal, Ejecutivo y Legislativo, bancada oficialista, avalaba la defensa de la nefasta teoría de los dos demonios, ofendiendo la memoria de las víctimas.
En todo el país se preparaba el ambiente para aplicar el 2X1 vergonzante, a los delincuentes de lesa humanidad. Les salió mal, ¿por qué? Porque tenemos Memoria señores.
Porque sabemos perfectamente que la teoría de los dos demonios no se preguntaba ¿por qué fueron, obreros y empleados que luchaban por salarios y condiciones más dignas los que engrosaron las listas de víctimas de aquella dictadura?
El golpe de 1976, vino a encadenar a nuestro país, una vez más, al carro de los poderosos del mundo, a los grupos financieros, al “estado gendarme” del mundo de aquel entonces, igual que ahora. Fue una dictadura cívica, militar, judicial, mediática, financiera.
Otra vez, este gobierno, quiere beneficiar a los genocidas, dándoles “prisión domiciliaria”
Nuestro pueblo ya sabe, y ahora lo confirma, que en nuestro país hubo un grupo que asaltó el poder, faltando sólo meses para que haya elecciones, para quedarse con su riqueza y sumirlo en una gran deuda externa, que todavía debemos, y que por supuesto ahora han aumentado. Su objetivo fue sacar derechos a los trabajadores, asustar y aterrorizar a la población para que no se anime a exigir, como quieren hacerlo ahora.
Lamentamos que el gobierno actual de Esquel esté encolumnado con el gobierno nacional que está empeñado en liberar a los genocidas. Costó mucho juzgar y condenar a los criminales de lesa humanidad. En noviembre de 1988 cuando estaban vigentes las leyes de punto final y de obediencia debida, que dejaban en la impunidad a cientos de represores, nuestra comunidad se animó a declarar persona No Grata a Juan Carlos Avena, alias “capitán centeno” el torturador y asesino de varios centros clandestinos de detención, porque estaba como director de la cárcel de Esquel, de la U14, lo tenían protegido. Fue detenido y juzgado hace apenas 10 años, y nosotros, que tenemos Memoria, como hace 30, volvemos a alzar nuestras voces.
¿Qué mensaje se quiere dar a la sociedad con este nuevo intento?¿quieren re-editar aquella alianza cívica-militar, que puso al servicio de los capitales extranjeros a nuestro país, y que no dudó en reprimir, torturar, asesinar y hacer desaparecer a miles de ciudadanos, ocultando la Verdad?
El actual ajuste es en cumplimiento de las instrucciones del FMI, que los felicita, y de los grupos financieros concentrados. Ese ajuste sólo será posible militarizando todo el territorio nacional y reprimiendo violentamente, toda expresión popular que reclame por legítimos derechos.
En Chubut quieren ahogar al estado y al pueblo, ponernos “contra las cuerdas” para quedarse con nuestras riquezas. ¿Cómo desbaratar sus oscuros planes? Hagamos escuchar nuestras voces contra el “premio” de cárcel domiciliaria a genocidas, los delitos de lesa humanidad son diferentes a los delitos comunes y por lo tanto no se encuadran en la legislación común, así como los nazis murieron de viejos en las cárceles, así debe ser para los genocidas en nuestro país.
Exigimos la Verdad de lo que sucedió con las personas desaparecidas, aún no hay información sobre qué hicieron y dónde están los cuerpos de la mayoría de los desaparecidos, tampoco sobre el secuestro de más de 300 niños y bebés, que faltan encontrar, y que hoy son adultos que no conocen su identidad.
En Esquel, queremos saber qué hicieron con Norberto Amaturi, toda su familia espera saber algo de él, Eduardo Colella, desde Mar del Plata su familia reclama, Gaspar Medina, el trabajador chileno cuya familia sólo sabe que su último lugar de vida fue en nuestra zona, José Esteban Cugura y su esposa Elisa Cayul, ¿qué hicieron con su bebé? ¿Qué hicieron con ellos?, hay hermanos, primos, sobrinos que los esperan. De Juan Oscar Cugura y Olga Casado se encontraron sus restos y su hija es una nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo. Donde está Ricardo Vázquez, sus padres, maestros en Esquel, murieron buscándolo y su hermana y amigos no saben nada de él. Y cuántos? en cada rincón de nuestro país.
Debemos y podemos construir una sociedad más justa , más fuerte ante los atropellos, teniendo buena Memoria, cuidándonos entre todos y todas, exigiendo conocer la Verdad, la Verdad de antes y la de ahora, entonces la Justicia será fruto de nuestro trabajo, participación y esfuerzo.