Atenta a la difícil situación económica que atraviesan muchos vecinos de la ciudad, Norma Crespo del barrio Sargento Cabral decidió colocar fuera de su vivienda un “ropero solidario” que alimenta con prendas propias y donaciones.
Dos cajas repletas de zapatos tiene Norma en la puerta de su casa. La 43 de calle Malvinas Argentinas, frente al centro de salud. “Es el ropero solidario”, le dice a diario La Portada y casi sin respirar pide una mano de la comunidad para continuar esta ayuda dirigida básicamente a los sectores de bajos recursos.
“Hoy estaría necesitando frazadas, camperas de abrigo y zapatillas”, explicó Crespo. Todas las prendas son ubicadas fuera de su domicilio para que luego sean retiradas por los vecinos en horario de 9 a 18 horas.
Contó que la iniciativa nace “hace mucho tiempo”. Dos años, aproximadamente. Es una respuesta a la crisis, enfatiza. “El ropero solidario funciona de lunes a sábado. En los barrios lo conocen y vienen a buscar ropa”, señaló. Con una mueca de preocupación añadió que “ahora me quedan sólo zapatos”.
“Pasan mucho por acá. Ahora está el tema de la Escuela y damos algunas cosas (para las clases)”, comentó. Obtener vestimenta de invierno en buen estado es el objetivo inmediato. Solicita camperas para que la gente enfrente el frío al menos con un abrigo.