Minutos después de instalarse formalmente en su nueva oficina, la del Juzgado Federal de Esquel, Lleral atendió a la prensa y dijo que en estos días leerá con atención el grueso expediente. Pidió paciencia y admitió que “no tengo ningún conocimiento de la causa” que ya tiene diez cuerpos y cientos de fojas.
Reconoció que el caso por la desaparición forzada de Santiago Maldonado es “importante” y que desde el minuto uno adquirió gran trascendencia a nivel nacional. “Es un tema muy sensible”, manifestó el magistrado en sus primeros momentos como cabeza de la investigación.
Aseguró que la causa “exige el compromiso de todos” y sostuvo que el hecho invita a reflexionar “sobre aquello que nos pasa como sociedad”, agregando que detrás de una búsqueda “hay una familia que está sufriendo. Todo aquel que puede aportar algún dato certero sobre esta persona será bienvenido”.
Confió que sería imprudente arriesgar alguna medida a corto plazo y dejó en claro que no pretende analizar el desempeño del juez Guido Otranto, quien fuera blanco de muchas críticas. “Todo lo que se haya hecho seguramente será de utilidad para la investigación”, manifestó Lleral, al tiempo que afirmó poseer los recursos “razonables” para trabajar.
Sobre su primer acercamiento con la familia de Santiago, reveló que fue un “diálogo cálido, de respeto” y confesó que no siente presión alguna.
“Vengo a conocer la causa. No puedo hacer comentarios de nada”, enfatizó el juez, quien estará instalado en el tercer piso del edificio ubicado en pleno corazón de la ciudad, en el cruce de las calles 25 de Mayo y San Martín.