Nicolás González y Lucas Alvarez son dos jóvenes con discapacidad motriz que trabajan en la inclusión a través del deporte ya que advierten que en la ciudad no se está garantizando. Consiguieron la donación de dos bicicletas adaptadas y enseñan a usarlas. Su próximo objetivo es competir a nivel recreativo en la Maratón al Paraíso.

“Nosotros queremos lograr la inclusión de las personas con discapacidad a través del deporte”, confió el deportista Nicolás González en diálogo con La Portada.

El joven sufrió la amputación de una pierna a causa de un tumor. Toda su vida jugó al fútbol y a partir de este hecho comenzó a practicar otros deportes y fue parte de la Selección Nacional de Fútbol de Amputados, con la cual participó de un Mundial, Copa América y Copa Confederaciones.

Con Lucas Alvarez se conocen desde hace tiempo pero este año comenzaron a trabajar juntos en la Secretaría de Deportes. “Empezamos a ver que en Esquel no hay inclusión a través del deporte porque me ha tocado viajar y he visto que en otras ciudades hay un área de discapacidad en las Secretarías de Deportes, cosa que acá no sucede”, señaló.

Asimismo sostuvo que “en Esquel vemos que los chicos en sillas de ruedas están ocultos, hay muchos pero no se ven y no hay forma de insertarlos en la sociedad”. Al tiempo que destacó que “nosotros, con Lucas, a través del deporte siempre tuvimos inclusión entonces estamos buscando eso para los demás”.

Fue con este sentido que gestionaron las bicicletas adaptadas a través de la Fundación Jean Maggi de Córdoba que fue creada para contribuir y ayudar a los niños con discapacidad a través del deporte. La misma fue fundada en 2016 por Juan Ignacio Maggi y María Victoria Milano.

“Conocimos las bicicletas por Lili Mendez, de Trelew, quien es una joven con doble amputación de piernas y decidimos inscribirnos en la Fundación. Tuvimos suerte porque nos llamaron al poco tiempo”, expresó Nicolás.

El sábado de la semana pasada ambos jóvenes realizaron una presentación de las bicicletas adaptadas en la Plaza San Martín donde se convocó un gran número de personas con discapacidad motriz que no quisieron perderse la oportunidad de probarlas. “Nuestra idea es trabajar con chicos parecidos a nosotros para enseñarles a usar la bicicleta y asesorarlos para que consigan una”, explicó.

Nicolás comentó que su objetivo es que “los chicos con discapacidad tengan la libertad de salir de su casa, andar en bicicleta y conocer otros lugares”. Como ejemplo, señaló que “Lucas me decía que está llegando a lugares que con la silla de ruedas no podía”.

Pensando en la Maratón al Paraíso

Por otra parte, Nicolás manifestó que junto a Lucas planean competir a nivel recreativo en la Maratón al Paraíso. “Será nuestro primer objetivo y este año lo vamos a hacer en forma recreativa, así que ya empezamos a entrenar”, adelantó.

Aclaró que las bicicletas son de cada uno pero pretenden que las puedan usar todos los que quieran. “Yo a la mía la tengo en mi casa pero si el día de mañana alguien la quiere usar yo se la voy a prestar porque la idea es que la use la mayor cantidad de gente posible”, resaltó.

De todos modos recomendó a las personas con discapacidad inscribirse en la Fundación para recibir su propia bicicleta. “Queremos traer en julio al dueño de la Fundación para que brinde una charla motivadora y gestionar una tanda de bicicletas más”, dijo.

Por último Nicolás sostuvo que “en Esquel hay muchos chicos con sillas de ruedas, pero no ves a nadie en el centro porque todos están encerrados en sus casas por el miedo de salir a la calle. Nosotros sabemos que a través del deporte y con muchas personas con la misma discapacidad se siente más confianza y ganas de salir adelante”.