Piensan crear una oficina municipal de violencia intrafamiliar con perspectiva de género

La propuesta cobra cada vez más fuerza dentro de la Secretaría de Desarrollo Social. La intención es que comience a funcionar el año próximo y permita el abordaje integral de los casos de violencia en el seno de la familia.

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En diálogo con diario La Portada, el director de Niñez, Adolescencia y Familia, Oscar Razzetto, repasó el trabajo realizado a lo largo de los últimos meses, habló de las instituciones descentralizadas y adelantó algunas iniciativas a corto plazo.

Cerca de un año lleva al frente de la Dirección y en este corto período de tiempo fueron cumpliéndose objetivos concretos, resaltó en una extensa charla con este medio. Enumeró desde capacitaciones en jardines  de infantes hasta protocolos internos en “El Abrigo” y “Cumelcan”.

Uno de los proyectos más interesantes en carpeta es la puesta en marcha de un área que atienda la violencia intrafamiliar. “Tenemos un camino”, enfatizó y anticipó que es un pedido expreso de Fabiana Vázquez, secretaria de Desarrollo Social.

Se mira como ejemplo la Oficina de Violencia Doméstica creada en el 2006 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Un ámbito para “facilitar el acceso a justicia de las personas que, afectadas por hechos de violencia doméstica, se encuentran en situación de vulnerabilidad”.

Razzetto precisó que un proyecto de esta envergadura requiere de estudio, análisis y una clara comprensión de la realidad social de Esquel. Entusiasmado se mostró por seguir abocado en una temática que de un tiempo a esta parte cobró notoriedad en la sociedad argentina.

“Hoy es un borrador”, aclaró. No quiere saltear etapas. “Estamos armando los programas para el próximo presupuesto. La idea es gestionar los recursos y trabajarlo”, agregó el funcionario municipal, completando que el enfoque irá seguramente hacia la prevención, llegar antes con el brazo del Estado.

Se imagina un espacio abierto de contención, donde las víctimas de violencia puedan sentirse seguras-cómodas, y  partir del cual las autoridades articulen líneas de acción en red con múltiples instituciones, a saber salud, educación, justicia, etc.

La violencia contra la mujer es un flagelo presente en grandes centros urbanos y en los pequeños, en las ciudades y en la zona rural. En ese marco, ponderó la adhesión de Esquel a la “Ley Micaela” que prevé capacitaciones en perspectiva de género para los empleados del Estado, de los tres poderes.

Días atrás los padres de Micaela García, víctima de femicidio, estuvieron en la ciudad y mantuvieron una reunión en el despacho del intendente Sergio Ongarato. “La charla fue realmente muy enriquecedora”, confió el director de Niñez.

“Es interesante poder escuchar cómo fue gestándose la ley, los factores que la motivaron. También saber cómo veía el mundo la propia Micaela”, agregó este conocido profesional que también es oriundo de Gualeguay, Entre Ríos, donde vivía la joven asesinada.

Arduo trabajo

Por otro lado habló del trabajo a nivel de Dirección, rescatando que el acento está puesto en el   “fortalecimiento familiar” para defender los “derechos del niño”. La tarea es compleja y demanda la comunión de esfuerzos entre diversos actores.

“Se trata de un trabajo interinstitucional e interdisciplinar”, manifestó.  Tiene injerencia en instituciones descentralizadas de la comunidad como el CAF, el hogar de adolescentes (varones y mujeres), minihogares y Servicio Protección de Derechos.

“El Abrigo” para personas con abuso de sustancias y la casa refugio “Cumlecan”, destinado a mujeres víctimas de violencia, entran dentro de la órbita. Al último espacio lo definió “como un hogar de protección integral”.

Ponderó los avances alcanzados en cuestiones referidas a la organización interna, por ejemplo, y subrayó la elaboración de un reglamento, cosa que no había hace muchos años. El documento propone desde la contención de los usuarios hasta los talleres de formación.

“Tenemos capacitaciones donde se invita a las mujeres que egresaron. El último relevamiento habla de 13 personas en tres meses. Pero el 80% tiene de 24 a 48 horas de estadía”, explicó, añadiendo que en la actualidad la violencia de género ganó en visibilidad.

“La mujer que llega al Cumelcan lo hace con sus tiempos. Viene por lo general con sus chicos (hasta 13 años los varones y 14 las mujeres) por lo que es necesario articular con el CAF para que la vida del niño no se vea afectada”, amplió.

Opinó, para concluir, que siempre la institucionalización es la etapa final, el paso definitorio cuando no se encuentra un referente o pariente y es urgente alejar al sujeto del núcleo familiar, al menos por un determinado tiempo.