Las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) tendrán lugar mañana domingo 11 de Agosto marcando el inicio de la recta final hacia las elecciones generales de Octubre. Allí se definirá el destino político de los próximos cuatro años y develará la preferencia de los argentinos.

La ansiedad, de quienes se postulan, crece con el correr de las horas y los mensajes en los medios de comunicación (tradicionales y desde las diversas plataformas que ofrece Internet) se intensifican tratando de captar al votante que aún no decidió su voto.

“En un cálculo aproximado, la mayoría de los analistas coincide en que uno de cada cinco argentinos decide su voto en la última semana o incluso en el cuarto oscuro”, sostiene el Diario Tiempo Argentino en un reciente artículo. “Es una cifra mayor a la que se da de otros países”, sostuvo el sociólogo Carlos De Angelis ante ese medio de comunicación cooperativo.

Los análisis también indican que la participación de los votantes suele rondar entre el 70 y 80 por ciento y la apuesta de muchos es incrementar este porcentaje.

En estas PASO muchos “juegan” a todo o nada. Para las diversas consultoras esta es una elección muy polarizada entre las dos fuerzas mayoritarias. El piso de 1,5% de votos para seguir en carrera hacia Octubre dejará fuera de juego a las fuerzas menores. Y es por esto que cada voto tiene un valor significativo.

Es de suponer que el votante hará múltiples evaluaciones al momento de decidir su voto y habría que suponer también que la más importante estará relacionada con la economía. Sin embargo las suposiciones sólo son eso. Los analistas políticos marcan, desde hace algunos días, que la “grieta” política tendrá un papel preponderante en estas elecciones. Algunos votarían “en contra de” y no a “a favor de” tal como sucedió en 2015.

Sería importante, en este punto, analizar cada aspecto de la realidad cotidiana y considerar todas las propuestas para tomar la mejor decisión una vez dentro del cuarto oscuro. El próximo domingo tenemos una nueva oportunidad histórica de elegir y el voto responsable debe primar por el bien de toda la sociedad.