Un nuevo año comenzó y las esperanzas se renovaron. Este sin dudas será un año atípico porque estará signado por el calendario electoral que en la provincia del Chubut tendrá un cronograma diferente.

Los últimos anuncios del año pasado sobre los tarifazos que se deberán pagar en materia de servicios hacen pensar en que estos próximos meses serán, como lo fue todo 2018, muy complejos.

Quienes hoy tienen la responsabilidad de gobernar no parecen escuchar el sentir de la población que ya no pueden sostener su economía doméstica y sigue perdiendo poder adquisitivo. No escucha a quienes reclaman, con todo derecho, una fuente de trabajo o no perder sus empleos.

Estas son las voces que – necesariamente- deberán escuchar los candidatos a nivel local, provincial y nacional. Sus propuestas deberán estar a la altura de las circunstancias de lo que el pueblo necesita y merece.

Este nuevo año es una nueva oportunidad para repensar, analizar y decidir a quiénes le otorgaremos un voto de confianza que en algún punto no deja de ser un acto de fe. El verdadero poder está en manos de los votantes y será su responsabilidad elegir a conciencia. El desafío, en este sentido, es quizás no sólo pensar en el propio bienestar sino en bien común.

Un nuevo año implica renovar las esperanzas, pensar que todo (a pesar de todo) puede ser un poco mejor sin olvidar el pasado reciente. En los próximos meses cada detalle, cada decisión, cada política pública que se aplique no pasará desaperciba. Y subestimar a la ciudadanía podría ser el más grave error.

2019 nos trae nuevas oportunidades. Aprovechemos cada una de ellas para que nuestro país contenga a todos sus habitantes y les permita creer que un futuro mejor es posible.