Llevan poco más de un año viviendo en una propiedad -precaria- de la Asociación Vecinal del barrio Lennart Englud, conocido como “Rural Vieja”.

Piden ayuda al municipio y al IPV para salir de una situación de vulnerabilidad. Momento difícil atraviesa una pareja y dos criaturas.

El martes se acercaron hasta la Secretaría de Gobierno para plantear el reclamo.

“Hace más de un año estamos en la sede del Lennart Englund. Vinimos a la Municipalidad un montón de veces y nunca tuvimos respuestas”, cuestionó  Romina Bejar, acompañada de sus hijas y su pareja.

Comentó que están inscriptos en la Dirección de Tierras Fiscales desde el 2015 a la espera de un lote para poder levantar la tan ansiada casa propia.

“Lo único que nos dicen es que no hay solución para nuestro problema”, enfatizó molesta y aclaró que no bajarán los brazos.

También explicó que el presidente de la Junta quiere desalojarlos y que no tendrían dónde ir.

“Nos amenazó diciendo que si no nos íbamos un día encontraremos todas nuestras pertenencias en la calle”, reveló y añadió que no tiene empleo formal tanto ella como su marido.

“De todos lados nos hacen promesas de que nos van a ayudar pero lo único que pretendemos es una respuesta real. No queremos que nos regalen nada. Lo vamos a pagar como lo hacemos con todo lo que tenemos”, indicó Bejar.