Un grupo de jóvenes, preocupado por el presente y el futuro de niños y adolescentes, se encuentra colaborando hace dos años con la Copa de Leche que se brinda en la Junta Vecinal del barrio Cañadón de Borquez junto con la ayuda de comerciantes y vecinos. Denuncian el abandono del Estado y advierten que la sociedad hace tiempo no estaba en riesgo como ahora. También llevan adelante la Campaña del Abrigo y el Ropero Solidario para paliar la llegada del invierno. 

Sol Kerbage y Joaquín Said contaron a La Portada que hace dos años se encuentran sosteniendo una Copa de Leche en el barrio Cañadón de Borquez que recibe a más de veinticinco chicos de 2 a 15 años. “Siempre desde el lugar que se pueda tratamos de darle una mano a los vecinos porque se ve un gran estado de abandono por parte del Estado”, señaló Sol, quien también colabora con el comedor de la Junta Vecinal y con un taller de danzas árabes que dicta en la sede.

Por su parte, Joaquín explicó que el trabajo en el barrio surgió a partir de que previeron que el Estado se retiraría con la asunción del actual gobierno nacional. Sin embargo señaló con sorpresa que nunca pensó que lo harían “de tal manera”.

Sol y Joaquín, quienes son docentes, aseguraron que “estamos tratando de atender las necesidades básicas porque independientemente de la postura ideológica de cada persona, si no comés, no podés pensar”.

La joven indicó que “cada vez son más pibes los que se acercan con necesidades a la Copa de Leche y llevan a sus hermanos, parientes y amigos de otros barrios”. Además resaltó que “los padres también están pasando hambre y muchos no se acercan porque sienten vergüenza pero nosotros sabemos que la están pasando mal”.

 

Campaña del Abrigo

Los chicos también se encuentran llevando adelante el Ropero Solidario y la Campaña del Abrigo con el fin de ayudar a las familias más vulnerables ante la llegada del invierno. “Estamos recolectando nylon y otros materiales porque muchas personas viven en casillas y queremos evitar que les entre agua cuando llueva o nieve”, explicó.

También destacó el gesto solidario de un vecino que donó una estufa para una familia que la necesitaba y se estaba enfermando por la humedad. “Nosotros funcionamos gracias al otro porque sin el otro no se puede y vamos a salir de esta por la solidaridad”, expuso Sol, quien resaltó que “el vecino común siempre trata de dar una mano”.

Joaquín sostuvo que “hay una situación de ausencia absoluta del Estado y hace mucho tiempo que la sociedad no estaba tan en riesgo como ahora”. Al mismo tiempo expresó que “uno se siente en la obligación de tratar de salir a bancar la parada de estas personas, es una cuestión humana y nos gustaría generar conciencia con esto para que se multiplique en toda la comunidad”.