Un grupo de vecinos cuestiona la colocación de una estructura de soporte en cercanías de la Terminal de Ómnibus Esquel. Advierten preocupados sobre potenciales riesgos a la salud y hablan también de contaminación visual. Algunos concejales ya alzaron la voz y aseguran que no hay estudio de impacto.

Fernando del Valle, médico y vecino ubicado en proximidades de la terminal, explicó a diario La Portada que hasta donde pudo averiguar la torre pertenece a una empresa de capitales extranjeros y que esta multinacional se encarga de alquilarla a un tercero, alguien dedicado a los servicios de telecomunicaciones.

Sostuvo que aún desconocen la finalidad de tamaña estructura y puso el acento en las posibles consecuencias para la población. “No se sabe qué colgarán”, criticó y agregó que estas obras merecen un análisis profundo. A su vez, dijo que antes de autorizar la instalación de una antena primero es necesario hacer varias evaluaciones, entre ellas la de radiación proyectada.

Indicó que -según estudios realizados por universidades de prestigio- el grupo de mayor vulnerabilidad es el de los chicos y comentó que en la zona de la terminal los menores abundan. “El problema es que la afectación no es inmediata. Estos problemas se expresan clínicamente en 10 o 15 años”, advirtió.

La radiación que emiten, afirmó, pueden producir a largo plazo determinadas situaciones en el cuerpo humano que desencadenan en el surgimiento de una patología. “No quiero en 15 años decir vieron que tenía razón. Un principio precautorio dice que ante el mínimo riesgo para la salud de la población se debe desestimar”, acotó.

Reconoció que nadie se niega a los avances de la telefonía celular y a las mejoras en matera de telecomunicaciones. Dejó en claro que todos quieren tener buena señal en sus dispositivos pero no que esto genere un peligro para la salud. Entendió que esta clase de antenas deberían ser localizadas en la periferia, no en contacto directo con la gente.

Del Valle aseveró que bajo ningún punto de vista “puede primar lo lucrativo por sobre la salud”, añadiendo que “la preocupación de los vecinos es algo a manifestarse ahora” ya que -subrayó- “los daños luego son irreversibles”. Pidió cuidar sobre todo a los niños y reiteró que esta situación merece una respuesta inmediata.

Por último, dijo que tal como explica la ordenanza municipal las empresas Propietarias de Estructuras de Soporte (PES) o los Operadores de Servicios de Telecomunicaciones (OST) no deben perturbar los derechos de la comunidad. Asimismo, planteó que en el caso de la torre ubicada a metros de la terminal existe una contaminación visual significativa.