El esquelense e ingeniero electrónico Ariel Santino hace tres años comenzó a trabajar con su empresa “Kume Newen”, en Mendoza, en la geotermia, que aprovecha la energía de la tierra para producir calor en invierno. También sirve para refrigeración y el agua caliente sanitaria. El sistema es el más económico después del gas natural y ya empezó a implementarse en viviendas unifamiliares de Trevelin. En Esquel su primera experiencia será la comunidad “Punta Canas” en Villa Hípica. “Es una alternativa para las casas que no tienen gas”, aseguró a La Portada.

Una de las mayores preocupaciones de los vecinos de los nuevos barrios de Esquel en invierno es la falta de gas y los altos costos que le implica comprar tubos y garrafas. Ese mismo temor tuvieron los miembros de la comunidad “Punta Canas”, cuyo proyecto es construir un complejo de catorce viviendas en Villa Hípica para personas mayores de 60 años y les resulta imprescindible contar con calefacción. Fue así que se contactaron con el ingeniero electrónico Ariel Santino, quien nació y se crío en Esquel pero hoy vive en Mendoza, para que instalara en el predio el sistema geotermal.

Santino contó que desde el 2009 tiene una empresa “Kume Newen”, que significa “energía positiva”, junto a un socio y que hace tres años comenzaron a trabajar en geotermia de baja entalpía. “Simplemente vamos a dos metros de profundidad y enterramos unas mangueritas de polietileno que nos ayudan a extraer energía de la tierra”, explicó respecto a la instalación del sistema que puede hacerse en una semana de dos maneras: vertical y horizontal.

El mismo también cuenta con una bomba de energía geotermal que, según indicó, “ayuda a robarle energía a la tierra porque a dos metros de profundidad hay una temperatura de diez o doce grados que no alcanza para una casa que necesita veintidós grados, entonces en el medio se hace un proceso de compresión y expansión de gas”. Al tiempo señaló que “ese ciclo genera agua muy fría que permite robar energía de la tierra y entrar al equipo a evaporar un gas, que se comprime y genera un punto caliente que ingresa a la vivienda”.

 

Tres beneficios

El ingeniero explicó que el agua caliente que genera el equipo puede ingresar de dos formas a la vivienda, por losa radiante, que aseguró que es lo preferible, o por unos radiadores especiales de baja temperatura. Destacó además que “el sistema no es costoso si se tiene en cuenta que las personas se ahorran la caldera, el aire acondicionado, que antes no hacía falta pero ahora sí, y el termotanque porque genera agua caliente”.

En este sentido comentó que “actualmente el único sistema más barato es el gas natural y luego le sigue el geotermal, que consume cuatro veces menos que la energía eléctrica. “Es lo más económico después del gas natural”, subrayó.

No gasta agua, sólo un poco de electricidad y no tiene emisión CO2. “Uno puede conectarlo a la red, en cualquier enchufe, o le puede poner energía renovable con paneles fotovoltaicos”, explicó, y agregó que “tampoco usa el agua, porque va y viene por la misma manguera y no se ensucia ya que es a circuito cerrado”.

 

Primera instalación local

Santino sostuvo que este sistema ya se está implementando en El Bolsón, en Trevelin con vividas unifamiliares y en Esquel su primera experiencia será la Comunidad “Punta Canas”, que será calefacción comunitaria. “Va agrupada en una sala de máquinas en el SUM, que es un espacio común, y ahí distribuimos bajo tierra, bien aislado, todo lo que es el calor para cada vivienda que tendrá su losa radiante y su control individual”, explicó. No obstante aclaró que “si falla uno, los otros equipos siguen cubriendo la demanda de calefacción hasta que se atienda el que está descompuesto”.

De esta manera aseguró que la geotermia “es una alternativa para los barrios altos como ARCO que están con cilindros de gas de propano que son carísimos”, además de que resaltó que este sistema ecológico consume cuatro veces menos de lo que están gastando hoy en día”.

 

Bajo mantenimiento

Por último, el ingeniero destacó que el equipo tiene un bajo mantenimiento, ya que la única pieza rotativa que tiene es un compresor y cada cinco años hay que chequear el nivel de presión de gas. Pero aseguró que funciona treinta años sin problemas. “El sistema en sí es muy confiable, salvo que haya una eventual avería por fabricación que es muy raro, y si hay un corte de luz, sin respaldo no calefacciona. Pero la losa radiante tiene una inercia térmica muy grande que te permite estar  doce horas sin aporte que no se va a sentir en la vivienda”, finalizó.